miércoles, 6 de mayo de 2009

Navidad Montepinar: El Misterio de Araceli

Capítulo 1: Seis meses después

Han pasado ya seis meses desde aquella accidentada nochebuena de los adornos de Mirador de Montepinar. Nadie sabe nada de Araceli, ni si quiera Enrique que ya ha asumido que su mujer le ha abandonado.

Sólo tres personas saben que la desaparición de Araceli y el robo de los adornos de nochebuena están relacionados. Izaskun, Maxi y Mari Tere hablaban en casa de ellas del tema.

-Izaskun no voy a poner más dinero-dijo Maxi.

-¡Serás…!-dijo Izaskun-, tenemos que seguir pagando al detective.

-Maxi tiene razón-dijo Mari Tere-, nos hemos dejado ya casi 8.000 € y no tenemos nada.

-¿No os dais cuenta?-dijo Izaskun-, ¡tenemos que encontrar a Araceli!

-¿Por qué?-dijo Maxi.

-Porque ella robó los adornos, pero en cambio nos pagó la fianza y después desapareció-dijo Izaskun-, hay algo extraño en todo esto.

-Izaskun yo te doy la razón-dijo Mari Tere-, pero ese detective, por mucha buena fama que tenga, no nos ha dado ninguna pista buena en seis meses.

-Yo sigo confiando en él-dijo Izaskun.

-Pues confía sola-dijo Maxi-, yo no voy a seguir con esto.

En ese momento Maxi se levantó del sofá al mismo tiempo que sonó el móvil de Izaskun: era la policía. Más tarde, Izaskun colgó el teléfono.

-¿Qué ha pasado?-dijo Maxi.

-Era de la comisaría-dijo Izaskun-, han encontrado al detective muerto.

-¿Qué?-dijo Mari Tere-, ¿y por qué te han llamado a ti?

-Porque fue su última voluntad-dijo Izaskun.

-Tenemos que ir a la comisaría a averiguar qué quería-dijo Maxi.

Capítulo 2: El mensaje

Los tres llegaron por la noche a la comisaría. El comisario solamente dejó pasar a Izaskun a ver el cadáver.

Izaskun se quedó helada al ver el cuerpo del detective. No encontraba nada, hasta que descubrió en la mano unos números. Izaskun decidió copiarlos en un papel.

Los tres fueron a una cafetería a hablar más tranquilos de lo que habían descubierto en el cuerpo del detective.

-¿Qué son?-dijo Mari Tere.

-Son unos números-dijo Izaskun-, no sé lo que significan.

-Creo que ya sé lo que es-dijo Maxi.

-¿El qué?-dijo Izaskun.

-Unas coordenadas-dijo Maxi.

-¿Unas coordenadas?-dijo Mari Tere.

-Sí-dijo Maxi-, señalando un lugar exacto.

-Un lugar exacto…-dijo Izaskun-, igual es el lugar donde se encuentra Araceli.

-Vamos a casa-dijo Maxi-, tenemos que averiguar el lugar.

Los tres regresaron a Mirador de Montepinar y a través de un ordenador descubrieron el lugar de las coordenadas.

-¿África?-dijo Mari Tere.

-Exacto-dijo Maxi-, África.

-Más o menos en el punto central-dijo Izaskun.

-Justamente en el punto central-dijo Maxi.

-¿Estará allí Araceli?-dijo Mari Tere.

-Solamente hay una manera de averiguarlo-dijo Maxi.

Capítulo 3: África

Al día siguiente, Maxi, Izaskun y Mari Tere fueron en un avión privado al centro de África. El avión les esperaría para cuando regresasen. Los tres comenzaron a andar hasta la situación exacta de las coordenadas.

-Yo no puedo más-dijo Mari Tere-, necesito descansar.

-Has descansado 15 veces en dos horas-dijo Izaskun-, tenemos que continuar o no llegaremos nunca.

Los tres notaron una presencia a su alrededor.

-¿Qué ha sido eso?-dijo Izaskun.

-No lo sé-dijo Maxi.

En ese momento un cuchillo salió disparado hacia ellos. Los tres lo esquivaron.

-¿Pero qué mierda pasa?-dijo Maxi.

En ese momento oyeron una fuerte explosión a lo lejos. Vieron volar por los aires destruido el avión en el que habían llegado.

-¡Mierda!-dijo Izaskun-, ¡corred!

Los tres comenzaron a correr asustados ya que alguien les estaba intentando asesinar. Horas más tarde, llegaron al lugar exacto de las coordenadas: no había nada.

-¿Es aquí?-dijo Mari Tere.

-En realidad hay que dar un paso más-dijo Maxi.

Los tres dieron un paso más y cayeron a una cueva subterránea a muchos metros de distancia.

-Veo que sois más cotillas de lo que creía-dijo una voz.

-¿Quién hay ahí?-dijo Izaskun.

En ese momento el rostro de esa persona salió a la luz: Antonio Recio.

Capítulo 4: La verdad

-¿Qué narices haces tú aquí?-dijo Izaskun.

-La pregunta no es esa-dijo Antonio-, la pregunta es qué hacéis vosotros tres aquí.

-Venimos a buscar a Araceli-dijo Mari Tere.

-Lo suponía-dijo Antonio.

-¿Dónde está?-dijo Maxi.

-Está bien-dijo Antonio-, de momento.

-Fuiste tú-dijo Izaskun-, fuiste tú la que la obligó a robar los adornos.

-¡Qué lista!-dijo Antonio.

-¿Pero por qué?-dijo Mari Tere.

-Porque dentro de los adornos alguien había escondido algo que yo necesitaba-dijo Antonio.

-Y obligaste a Araceli a que los robase-dijo Maxi.

-Exacto-dijo Antonio-, cuando descubrí que estabais investigando el paradero de Araceli no tuve más remedio que impedirlo.

-No te vas a salir con la tuya-dijo Izaskun.

-Creo que sí-dijo Antonio-, porque estoy a punto de conseguir mi propósito. ¿Dónde está la estrella de navidad que faltaba en los adornos?

-¿Qué estrella?-dijo Izaskun.

-¡No os hagáis los tontos!-dijo Antonio-, sé de sobra que dentro se encontraba el 80% de la poción.

-Nosotros no cogimos nada-dijo Mari Tere.

-Igual viendo a Araceli morir se os aclara la memoria-dijo Antonio.

Antonio pulsó un botón y apareció Araceli atada.

-O me decís dónde está o la mato-dijo Antonio.

-No lo sabemos-dijo Izaskun.

-Entonces decid adiós a Araceli-dijo Antonio.

En ese momento Antonio pulsó un botón y Araceli cayó por un agujero. Maxi se tiró a por ella.

-¡Maxi!-dijo Izaskun.

-No os vayáis-dijo Antonio-, tengo algo para vosotras.

-Y yo para tí-dijo Izaskun.

Izaskun se abalanzó sobre Antonio y comenzó a pegarle. Mari Tere encontró unos escritos y los cogió. La cueva comenzó a derrumbarse.

Antonio consiguió escapar por la única vía de escape. Izaskun y Mari Tere vieron otro hueco y salieron por él.

La cueva se había derrumbado. Araceli y Maxi estaban en una parte; e Izaskun y Mari Tere en otra. Antonio había escapado.

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